Comprar islas en Chile: ¿Un gasto por placer o una inversión a largo plazo?

En el país las alternativas son más amplias de lo que se cree. En la X Región una isla de 163 hectáreas puede costar desde $90 millones, igual que un departamento en Las Condes.  

Daniela Paleo 
Por muy lejano y lujoso que parezca, en Chile y en el extranjero existe un mercado de "extranicho" como lo llaman los expertos en la venta de propiedades poco convencionales: la compra o arriendo de islas. Y aunque se trate de un mercado bastante exclusivo, los inversionistas osados nunca faltan. Es el caso de Germán Mujica, agrónomo de 60 años que se aventuró a comprar una isla privada de 12 hectáreas (120 mil metros cuadrados), con un territorio cubierto en un 98% de bosque nativo y que constituye el hábitat de aproximadamente 40 ciervos, en el lago Puyehue, en la X Región.
"Creo que cualquier bien que sea exclusivo es una buena inversión, van quedando pocos lugares en el mundo que tienen las características de una isla y creo que como bien activo es sumamente atractivo", dice Mujica.
Para el director regional de corredores Re/Max Chile, Víctor Danús, la compra de islas es un negocio de "extranicho", ya que la oferta de este producto es escasa y también su demanda. Los interesados siempre corresponden a personas con necesidades muy claras y específicas. "La compra de una isla es una mezcla entre inversión y placer, porque tienen la opción de rentabilizar la inversión, como estableciendo negocios de ecoturismo. Un ejemplo de eso es una isla en el lago General Carrera, donde inversionistas canadienses desarrollaron un lodge para explotar la pesca con mosca", dice Danús.
En general, estos terrenos no son tan caros, ya que se encuentran alejados y son poco conocidos. En promedio, el valor de este tipo de islas se mueve en torno a los $100 millones y $300 millones. "En este sentido, comprar una isla supone la misma inversión que se hace en una casa, por ejemplo, en San Carlos de Apoquindo o un departamento en Providencia o Las Condes", explica el experto.
Asimismo, asegura que la demanda de este tipo de propiedades es absolutamente inelástica, es decir, da lo mismo el precio, lo que importa es la necesidad que se crea en un momento determinado, y esto no va asociado a factores de temporada o moda.
Re/Max no sólo gestiona la venta de terrenos poco convencionales en Chile (como islas y castillos), sino que también ofrece la alternativa de buscar propiedades en los 91 países donde tienen presencia. "Las personas que compran son principalmente extranjeros, ellos miran Chile como una opción para descansar en los "años dorados", tal como ocurre en algunas zonas de Europa, por ejemplo en el Mediterráneo", comenta Danús.
¿Dónde buscar?
En Chile, la mayoría de las islas que están a la venta se encuentran en la zona sur del país, principalmente entre Osorno y Chiloé. En esas áreas, existen corredores de propiedades que gestionan la venta de éstas. Óscar Larenas es uno de ellos. A través de su web www.larenasyasociados.cl ofrece una serie de terrenos, entre ellos cinco islas y una península, los que se mueven entre los US$ 276 mil y los US$ 9 millones. "El precio de una isla puede variar en hasta un 50% en un día, sólo depende del momento y de quien la compra. Hace unos años vendí la isla Americano en la X Región a $90 millones a un extranjero. Tiene 163 hectáreas, y luego él la puso a la venta y le dobló el precio. Estamos esperando a algún interesado", comenta Larenas.
Fernando Paredes, otro "corredor de islas" (que ha tenido como clientes a Mario Kreutzberger, Leonardo DiCaprio y Sylvester Stallone) señala que los mejores clientes son los ingleses y norteamericanos que compran terrenos exclusivos en estos lados para escapar de las ciudades grandes. "En este momento estamos gestionando la venta de la isla Guafo en Chiloé, de 30 mil ha. Su valor comercial era de US$ 15 millones y la estamos transando por cerca de US$ 5 millones a extranjeros", revela.
Paredes, quien ofrece sus propiedades a través de islasdechile.blogspot.com, afirma que el mercado es bastante parejo en términos de ventas. "Cada un par de años se vende una isla, pero no tiene un comportamiento de venta definido", dice.
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50%
de su valor puede subir una isla de un día para otro, ya que es un bien inelástico. Su demanda no depende de los precios, sino de las necesidades exclusivas de cada cliente.


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Los valores van desde los accesibles US$ 40 mil ($19 millones) por un terreno de cinco mil m {+2} en el estado de Maine, en EE.UU., hasta más de US$ 160 millones por una isla de 44 hectáreas en Tailandia. Si lo que busca es celebrar un cumpleaños o aniversario en un lugar idílico, la empresa ofrece el servicio de arriendo de islas con casonas construidas especialmente para eventos, desde US$ 500 la noche.